Cercano al curso del río Hormazuelas, ya próxima su desembocadura en el Arlanzón, en una carretera que une Villanueva de Argaño, en la de León, con Estépar, en la de Valladolid, en terreno llano, está localizado VILLAGUTIÉRREZ a 24 kilómetros de Burgos. Son sus vecinos Estépar, Medinilla de la Dehesa, Hormaza, y Vilviestre de Muñó. El 6 de enero de 975 aparece su nombre escrito por primera vez en la documentación del Obispado de Burgos, como “Villagútiez” y era lugar de realengo, según declararon sus pobladores en las respuestas generales del Catastro del Marqués de la Ensenada en 1752. Según datos recogidos en el Diccionario geográfico de Pascual Madoz, contaba con 130 habitantes en el año 1848. Fiel a la trayectoria de la inmensa mayoría de los pueblos de la provincia, creció a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX y presentaba en 1900 un censo de 195 personas. No pudo mantener ese ritmo durante la primera mitad del siglo XX y descendió hasta 169 habitantes en el año 1950. Y termina el siglo con 51 personas en el año 2000, fruto de la persistente emigración. La iglesia está dedicada a los santos mártires Emeterio y Celedonio y es renacentista, de una nave de 248 metros cuadrados y 10 de altura, con columnas, arcos con rosetas y bóvedas estrelladas de piedra y cabecera románica, de principios del siglo XIII, con bóveda de cañón. Su ábside es románico con ventanal. La portada es románica, con fustes, capiteles y cuatro arquivoltas lisas, bajo pórtico cerrado con arco rebajado. Y la torre era una espadaña achatada, convertida en torre rectangular en el siglo XVIII, con unas ventanas ajimezadas, seis huecos y dos campanas. La pila es románica con gallones y avenerada por dentro y pie cilíndrico; y el retablo mayor lo componen las imágenes de los patronos y un Crucificado procesional. En un retablo lateral barroco hay una santa Lucía del siglo XVI y unas buenas pinturas. Sus libros parroquiales comienzan en 1690 y faltan algunos, quemados por los franceses en la guerra de la Independencia. El 30 de octubre de 1879 nace el padre Alfonso María Andrés Tobar, benedictino de Silos, colaborador del padre Luciano Serrano, escritor meritorio, experto en Archivística. Están catalogados en sus tierras un yacimiento arqueológico de época sin determinar, posiblemente Romano; y otro con posibles restos Romanos y Medievales.